"Los estudios de los hijos. Cómo ofrecerles ayuda" (Rialp)
Carmelo López-Arias Montenegro
Julio Gallego Codes. Los estudios de los hijos. Cómo ofrecerles ayuda. Rialp. Madrid, 2004. 154 pp. 9,50 €
La idea originaria de este libro procede del celo profesional del autor. Se trataba de su primer destino como profesor, y se dio cuenta de que entre los padres de sus alumnos existía una lógica inquietud por la educación de los hijos al mismo tiempo que una cierta desorientación sobre la mejor forma de enseñarles a estudiar y a madurar.
Tras varias charlas parciales, Julio Gallego decidió sistematizar sus encuentros con ellos, y con la táctica de acercarse los sábados a compartir la mesa del dominó, acabaron organizando, las semanas siguientes, unas reflexiones en común sobre los ocho puntos que él considera imprescindibles para el éxito escolar de un niño: un entorno global rico en motivaciones, buen ambiente familiar, un enfoque optimista de la educación (léase refuerzos positivos), desarrollo del lenguaje, conocimiento de las matemáticas (nunca se insistirá lo suficiente en estos dos últimos puntos), afán por saber, hábitos de trabajo (orden, concentración y disciplina) y programas de entrenamiento de la capacidad de razonar.
Un elenco ambicioso de objetivos, cuyos resultados son indudables. Ha reflejado en estas páginas las propuestas que él fue haciendo a los padres de sus alumnos. La interacción con ellos se refleja en forma de diálogos; tal vez son un recurso literario para introducir las diferentes cuestiones, mas en cualquier caso responden a las preocupaciones reales de unos padres dispuestos a dedicar cierto tiempo a respaldar la educación que reciben sus hijos en el colegio. Que no son todos, por desgracia.
Hemos coincidido con el autor y con el sentido común (no necesariamente con los legisladores) en que el lenguaje y las matemáticas son la base fundamental que posibilita cualquier otro aprendizaje. Con ellos todo es posible, incluso muchos años después de abandonada la edad escolar; si en ellos se fracasa en la infancia, la recuperación posterior puede ser un calvario. Por eso incide Gallego Codes con más ejemplos prácticos que en otros capítulos, aunque a final de todos ellos nos encontramos un pequeño cuadro de iniciativas familiares para preparar al alumno en casa. No sorprenderá que casi todas consisten, en última instancia, en la inoculación de buenos hábitos en el niño.
Los estudios de los hijos constituye una lectura –amén de otras virtudes– entretenidísima. Si bien Gallego no elucubra, se aprecia que posee el don de elucubrar con método y con finalidad (formación aristotélica, sin duda). Por eso es capaz de sintetizar conceptos y normas con facilidad y claridad divulgativa, de manera que no cansa nunca.
Además de un texto para ser estudiado por los padres con lápiz de subrayar y un cuaderno al lado donde anotar ideas para poner en práctica enseguida, en estas páginas el lector vuelve a revivir su propia educación. Descubre en ella aciertos y fallos, y encuentra la llave para guiar bien a los demás: conocer las consecuencias de no hacerlo.
Imprescindible si tiene usted hijos. Al menos una docena de ideas le serán de una utilidad inmediata. No de todos los libros puede decirse lo mismo.
Carmelo López-Arias Montenegro.
(El Semanal Digital).
Carmelo López-Arias Montenegro.
(El Semanal Digital).
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